Por Sonia Jodra

Francisco Sobrino es un reconocido escultor del siglo XX que nació en Guadalajara y como guadalajareño ejerció siempre. El Museo municipal que se sitúa en la Cuesta del Matadero lleva su nombre desde 2015 y en su interior se rinde homenaje a este gran artista que se definía a sí mismo como “un alquimista”. En estos días puede visitarse en el Museo una muestra destinada a interpretar la escultura del autor colocada en la primera entrada de acceso a Guadalajara desde la Autovía. Denominada “relaciones”, se ha convertido ya en el abrazo con el que la ciudad recibe a todo el que llega desde Madrid, de donde nos viene todo lo bueno y todo lo malo que ocurre en esta ciudad.