
La nieve y el frío desdibujan el campo desde el bulevar Clara Campoamor. Foto: Carmen Bueno.
Por Gloria Magro.
Un tanto desilusionados después de casi diez años sin ver la nieve en Guadalajara, los Dulevi enviaron a su hijo de doce años a Bulgaria las pasadas navidades para que conociera lo que era un invierno de verdad en su país natal. Los padres de Atila llegaron a España en busca de sol y calor hace una década y desde entonces se han hartado aquí en Guadalajara de ambas cosas. Igual que nosotros, solo que a esta familia búlgara le sorprende y no deja de hacerle gracia el drama nacional que hemos hecho esta semana por un poco de nieve y un descenso térmico que no deja de ser totalmente normal en febrero. Comparado con Bulgaria y Centroeuropa en esta época, lo nuestro estos días está siendo poco más que una primavera templada. Sigue leyendo