Por Pablo Vázquez

Después de siete meses de espera, por fin regresa la competición a los diversos campos municipales que componen el fútbol modesto. Guadalajara y Azuqueca arrancan de cero en la nueva y reformada Tercera División, que está inmersa en un mar de incógnitas, mientras que el Marchamalo tendrá que esperar a la semana que viene al cumplir jornada de descanso. Dos subgrupos de 11 equipos estructuran un grupo XVIII en el que habrá ni más ni menos que un total de tres ascensos a Segunda División RFEF y seis descensos a Primera Autonómica Preferente.
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