
Toledo y Javi López fueron los primeros en renovar. Foto: Deportivo Guadalajara.
Por Ana G. Hernández
A falta de seis semanas para el comienzo de la temporada, el próximo 24 de agosto, el Deportivo Guadalajara continúa planificando su proyecto de ascenso a Segunda División. Las renovaciones y los fichajes se suceden en los despachos del Pedro Escartín, mientras la Federación encuadra al equipo alcarreño en el Grupo II junto a madrileños, castellano-manchegos, vascos y algún equipo suelto más. Un cambio de grupo que reducirá los kilómetros en autobús, pero que aumentará la calidad y la competitividad de los rivales. No en vano, el grupo del centro, como se le suele conocer, es bastante más igualado que el grupo andaluz en el que la pasada campaña militó el Depor y en el que consiguió el quinto puesto. Mejores contendientes, sí, pero también más tiempo para preparar la temporada que comienza.
Por otro lado, hay que recordar, que los morados guardan buen recuerdo del Grupo II en el que ya jugaron una temporada y consiguieron el objetivo de disputar el play-off. Una meta que este año se debe conseguir, sin excusas. El Depor debe estar entre los cuatro primeros del grupo. Ese será el objetivo real, porque el ascenso suena a utopía. No porque el equipo alcarreño no sea capaz de lograrlo, quedó demostrado hace algún tiempo en Anduva que se podía, si no porque la promoción a Segunda División es el paso más complicado en el fútbol español y en él influyen millones de factores: desde realizar un trabajo serio durante toda la temporada, cosa que no es moco de pavo, hasta llegar con la confianza y la seguridad necesaria para lograrlo, por no hablar de las eventuales lesiones, situaciones conflictivas, liderazgos… que actúan en la plantilla y en la entidad.
Pero que el objetivo sea difícil no quiere decir que no se intente. Más bien quiere decir que si se consigue el placer es inmensamente mayor. Precisamente con ese fin, el Depor está tocando las teclas que considera oportunas para lograrlo, ya sea en forma de renovaciones confirmadas como de fichajes.
Los primeros en sumarse al proyecto morado fueron Phillipe Toledo y Javi López, el último a pesar de que, mediada la liga pasada, desapareciera del once inicial e incluso de alguna convocatoria, aunque volvió a ganarse la confianza Salvachúa en la recta final. Sobre el compromiso y el trabajo de Toledo, nada que decir, igual que sobre la calidad de otro de los renovados, Rubén Arroyo. Un jugador que llegó en el mercado de invierno y que el club ha creído oportuno firmarle dos años más, a pesar de su edad. Otro de los fichajes invernales que se queda es Rida, discontinuo en su participación, ganó el derecho de vestir la elástica morada un año más. Cuatro hombres de ataque, que dejan entrever que la idea que tiene el míster de juego no variará mucho la próxima temporada. A ellos se suman, los canteranos Pérez y Ballesteros y el defensa Moyano, que, sorprendentemente, tiene la oportunidad de redimirse de alguno de sus errores de la campaña pasada.
Abel Molinero, Chema Mato, Dani Gómez y el guadalajareño Diego Manzano completan la plantilla morada hasta la fecha. A Molinero y a Mato tuvimos la oportunidad de verles en el San Fernando y la Balona, respectivamente, este último cuajando un sensacional partido en el Escartín. Por su parte, Dani Gómez y Manzano lucharán por un puesto en el carril izquierdo. El primero procede del Leganés, mientras que el segundo llega del Conquense, después de realizar una gran campaña en el cuadro vecino.
Todos ellos y algún refuerzo más se verán las caras el próximo jueves 17 de julio en el comienzo de la pretemporada deportivista. Todo ello con la incertidumbre de no saber si Álvaro Campos, uno de los seguros morados de la campaña pasada, ampliará su vinculo con el Deportivo Guadalajara. Y es que, de la columna vertebral de la temporada 2013/14, Campos-Espín-Tello-Quique, puede que no quede nadie.