Por Sonia Jodra

Érase una vez una casita en la que se contaban cuentos, se aprendía a contar cuentos y se enseñaba a escuchar cuentos. En pocos años esa casita podría estar en la antigua vivienda del pintor Carlos Santiesteban, un artista que contaba historias con sus pinturas y que él mismo se asemejaba a un personaje de cuento. Los fondos Next Generation llegados desde Europa le servirán al Ayuntamiento para llevar a cabo este proyecto que convertirá a Guadalajara en sede de la Red Europea de Ciudades de Cuento. Todo un revulsivo para seguir dinamizando la vida cultural, social y educativa de la ciudad a través de la narración oral, que desde hace 30 años ha generado un movimiento cívico muy interesante de personas que confían en el poder transformador de las palabras.