
Reubens. Prometeo encadenado. Museo del Louvre.
Por Gloria Magro.
En la mitología griega, Prometeo roba el fuego de los dioses y como castigo a su afrenta, Zeus hace que un águila coma su hígado cada noche, día tras día, por toda la eternidad. El cuadro de Rubens representa el dolor y sufrimiento del atrevido joven que desafió a los dioses. En la vida real, la opinión pública española aprobaría hoy que un águila comiese cada noche el hígado de la asesina confesa del pequeño Gabriel, del asesino de Diana Quer, que ha echado sus cuentas y cree que en poco más de un lustro estará en la calle, o de José Bretón, si se piensa que sus dos pequeños estaban aún vivos cuando su padre hizo una hoguera y los quemó. Cuánta crueldad y cuanta impotencia para hacer frente a crímenes tan espantosos. Situaciones extraordinarias por inusuales y que nos llevan a pensamientos extremos e irracionales. Sigue leyendo