Por Sonia Jodra

Buero Vallejo es una de las cuestiones indiscutibles que tenemos los de Guadalajara para presumir. Uno de los dramaturgos españoles más importantes de los últimos siglos es tan nuestro como los bizcochos borrachos. Y lo que es más importante, el autor de ‘Historia de una escalera’ o ‘El tragaluz’ siempre ejerció de guadalajareño orgulloso. Mantuvo vínculos personales con la agrupación teatral Antorcha y en Miguel Fluiters puede verse dónde estaba su casa. El magnífico teatro-auditorio de la ciudad lleva su nombre y los que estudiamos en el Instituto Buero Vallejo nos sonreímos al escuchar aquella frase suya: Es muy agradable comprobar que a uno se le recuerda todavía.