Por Gloria Magro.
A lo largo de todo el perímetro de Guadalajara, las pequeñas localidades lindantes con Soria, Teruel o Cuenca compiten en desventaja por los recursos públicos o privados con sus vecinos, cuyas provincias tienen la etiqueta legal de oficialmente despobladas. La trampa de la estadística demográfica perjudica a la práctica totalidad de las comarcas de Guadalajara. De hecho, hasta la aprobación de la Estrategia de Despoblación de Castilla-La Mancha y su agenda de medidas trasversales 2021-2031 ha sido un obstáculo prácticamente insalvable. Poner el foco de atención en la realidad de la despoblación y las circunstancias a las que se enfrentan día a día los alcaldes y por extensión las administraciones de cercanía, ha sido el propósito del Foro Next Education celebrado en Molina de Aragón, donde se expusieron las experiencias y los programas que están contribuyendo en la práctica a revertir esta situación.