Por Sonia Jodra

El curso de los ríos ha sido un recurso literario que a lo largo de los siglos ha impulsado los símiles vitales más repetidos de la historia. La vinculación de nuestro desarrollo con el curso de los ríos resulta más potente de lo que imaginamos, hasta el punto de que en Guadalajara es el río que cruza la ciudad el que le da nombre, Wadi-l-Hiyara, y que ha determinado cuál es la Universidad que facilitará los estudios superiores a quienes elijan esta vía para buscar su futuro formativo. En la frontera de la Comunidad de Madrid y la Comunidad de Castilla-La Mancha los límites se difuminan. La Mancomunidad de Aguas del Sorbe lleva el agua de Guadalajara a los grifos de los vecinos de Alcalá de Henares y es la Universidad de Alcalá de Henares la que transforma a la chavalería guadalajareña en alumnado con formación superior.