
Casi cinco mil civiles componen la Reserva del Ejército español hoy. Foto: M.A.Núñez Castro.
Por Miguel Ángel Núñez Castro*
La Reserva Voluntaria se crea en el año 2003 como una necesidad defensiva y con el fin de reforzar las capacidades de las Fuerzas Armadas. La filosofía de la Reserva española es la de ciudadanos voluntarios que apoyan, individualmente, a las unidades armadas en función de su experiencia y formación civil. No forman unidades de reservistas combatientes, ni ocupan puestos de combate, salvo que hayan tenido formación y experiencia militar previa. Esos cometidos individuales abarcan todo el rango de profesiones civiles que tengan aplicación en el apoyo a las fuerzas armadas, desde conductores hasta expertos en redes informáticas, medicina, etc… para ello se solicita del reservista disponibilidad para su formación y para participar en ejercicios, así como disponibilidad para prestar servicio en el destino asignado.
Al activar a los reservistas, las Fuerzas Armadas se benefician de los conocimientos, habilidades y experiencia profesional previa del reservista. Como colectivo, los reservistas españoles aglutinan a casi cinco mil personas que sirven en el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, así como en los Cuerpos Comunes. En estos últimos se incluyen los servicios médicos y los jurídicos de las Fuerzas Armadas.
Dicho esto a modo de introducción y para dar a conocer quienes somos y a qué nos dedicamos, he de decir que han pasado ya más de once años desde que conocí la existencia de la Reserva Voluntaria. Fue en un foro de internet donde un amigo nos contó cómo se había enrolado en esta apasionante experiencia. Este amigo con los años se ha convertido en uno de los más influyentes y reconocidos blogueros en materia de defensa. J.M. me envió información y un enlace a la página web del Ministerio de Defensa, eso me llevó a la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara y de ahí, papeleos aparte, al CIMOV-2 (actualmente CEFOT-2) en San Fernando, Cádiz. Allí coincidí con un nutrido grupo de personas muy diferentes en cuanto a origen, profesión y aficiones pero con un mismo anhelo, servir. Llegamos desde Barcelona, Tenerife, Gran Canaria, Valencia, Valladolid, Córdoba, Jaén, Cádiz, Madrid, Zaragoza, Granada, Vitoria y Guadalajara. Una tercera parte mujeres y un abanico de edades que iba desde los 25 a los 50 años. Fueron dos semanas intensas, con largas jornadas donde se nos introdujo en la vida castrense, se nos enseñó la importancia de valores como la disciplina, el compañerismo, el espíritu de servicio y de sacrificio, el honor, el valor…
Allí todos aprendimos a sacar lo mejor de cada uno de nosotros, que un día tiene más minutos que aprovechar de lo que alguno sospechaba, que con la motivación adecuada encontramos fuerzas para llegar un poco más lejos, que la vida es un continuo de pequeños retos que pueden empezar haciendo bien tu cama.Tras jurar Bandera regresamos a nuestros hogares con los ojos aún deslumbrados, el cuerpo cansado y el cerebro agotado.
Pasado un tiempo me incorporé a mi Unidad, el PCMMI (Parque y Centro de Mantenimiento de Material de Ingenieros) en Guadalajara. En un par de semanas y con todo el apoyo y paciencia de los mandos me pulieron un poco más. En la Unidad siempre tratan de aprovechar tus capacidades y experiencia profesional en el Área o departamento más conveniente. Un par de meses más tarde, superadas todas las etapas, apareció mi nombre publicado en el BOD. Ya era oficialmente reservista. Desde ese momento se sucedieron las activaciones de Instrucción y las de Prestación de Servicio, o el Curso de Unidades Acorazadas en Valladolid.
En el año 2010, mi vida como reservista tuvo una nueva vuelta de tuerca. Por entonces nuestro país ostentaba la presidencia de la Asociación Europea de Suboficiales de Reserva. Solicitaron mi ayuda como traductor y me embarqué en una nueva aventura. Un año más tarde organizamos una competición internacional en Toledo en la que participaron 12 países europeos. El trabajo en relaciones internacionales y protocolo me enganchó y seguí colaborando para esta asociación participando en congresos y competiciones en Francia, Bélgica, Eslovenia y Finlandia. En esta nueva etapa he tenido y aún tengo, la oportunidad de enriquecerme como persona, de hacer amistades entrañables y descubrir nuevos países y culturas.
Mi paso por la Reserva Voluntaria ha sido una concatenación de retos y acicates. Ha sido la excusa para volver a estudiar idiomas (francés e inglés) o salir a hacer deporte. El contacto y el trabajo con mis compañeros me ha servido para reconocer mis capacidades y trabajar para superarlas.

Competición Internacional de la CISOR, Vipava, Eslovenia. Junio 2015. Foto: CISOR
Reservistas Voluntarios
- ¿Quiénes son? La reserva voluntaria se crea como una necesidad de la Defensa con el fin de reforzar las capacidades de las Fuerzas Armadas.
- Grados militares. Oficiales, Suboficiales y Tropa
- ¿Qué aportan? La filosofía de la reserva española es la de ciudadanos voluntarios que apoyan, individualmente, a las unidades armadas en función de su experiencia y formación civil. No forman unidades de reservistas combatientes, ni ocupan puestos de combate, salvo que hayan tenido formación y experiencia militar previa. Esos cometidos individuales abarcan todo el rango de profesiones civiles que tengan aplicación en el apoyo a las Fuerzas Armadas, desde conductores hasta expertos en redes informáticas, medicina, etc… También incluye la disponibilidad para formación y ejercicios y para prestar servicio en el destino asignado.
- Misiones en el exterior. El personal sanitario reservista ha acudido en apoyo a las misiones internacionales de mantenimiento de la paz en Líbano, Atalanta y Sofía.
- ¿Qué reciben? El empleo correspondiente a la titulación académica previa, la tarjeta de identificación militar y el derecho al uso del uniforme. La posibilidad de colaborar activamente y personalmente con la Defensa Nacional. El derecho de formar parte de las asociaciones de reservistas que puedan crearse. La consideración meritoria de ser reservista en ofertas de empleo público y convocatorias laborales de las administraciones públicas que en cada convocatoria y oferta se determinen.
- La Activación. Supone ejercicios de instrucción y adiestramiento y realizar cursos de formación y perfeccionamiento con un máximo de treinta días al año. Y estar dispuesto a acudir a misiones en el extranjero y prestar servicio en unidades, centros u organismos.
* Miguel Ángel Núñez Castro vive en Guadalajara desde hace más de cuarenta años. Es técnico superior en Telecomunicaciones e Informática y trabaja en el sector de la Logística. Desde 2006 es reservista del Ejército Español.