
María Dolores de Cospedal // Foto: Diario Público.
Por Julio Martínez
El 24 de mayo de 2015 saltaba la noticia. El PP perdía la presidencia de la región, encarnada en la figura de María Dolores de Cospedal. Los populares creyeron que harían un paseo triunfal, pero los recortes –sobre todo en educación y sanidad– les acabaron pasando factura. Pensaban que el aumento de las ratios en las aulas, el despido de profesores o el cierre de las urgencias rurales no erosionarían su imagen. Pero no fue así. Y en los comicios de hace dos años no conservaron el bastón de mando en Castilla–La Mancha. Sigue leyendo