La plaga

Por David Sierra

Nadie lo quería. Causaba rechazo con tan sólo pronunciar su nombre. Generaba incertidumbres e interrogantes y los comentarios de barra de bar, en los pueblos, siempre han tenido más consistencia que las argumentaciones bien formadas. Primero iba a estar en Cogolludo, luego en Fuencemillán y después se valoró situarlo entre Espinosa y Carrascosa. El objetivo, simplemente, ofrecer un servicio más eficiente y de calidad al ciudadano. Al final, el rechazo fue tal, con manifestaciones incluidas, que acabó localizándose en el término de Humanes, junto a la carretera que une este municipio con Alarilla, antes de llegar al puente que cruza el Henares. Se trataba, simplemente, de una planta de transferencia de residuos.

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